Después de haber aprendido a contar en chino hasta diez no puedo olvidar al cuarto miembro. Antes hablé de los tres campeones, pero no podemos dejar atrás al cuarto, al que siempre está apoyando y ayudando, al que también sabe lo que es la miel del triunfo, al amigo MARIO, quien por encima de su especial humor y mordacidad sabe ser amigo y compañero. Ahí lo tenemos, con el mismo espíritu luchador que si estuviera en el tatami... aunque con esa sonrisa de relajación.
(es el de la derecha)
(es el de la derecha)
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